La paciencia
Una de la habilidades blandas que debemos cultivar es la paciencia. Ser paciente no significa permanecer estático. Al contrario, creo que la paciencia debe motivarte a conocerte, a ser buen observador del entorno, a estar ultra receptivo de todo lo qué pasa a tu rededor más que como un espectador, como un protagonista ávido de entrar a escena. Con paciencia hay que prepararse constantemente, para estar listo cuando la oportunidad llegue. Es la virtud de quienes saben sufrir (dicen algunos) y tolerar las contrariedades y adversidades con fortaleza y sin lamentar. Esto hace que las personas que tienen paciencia sepan esperar con calma a que las cosas sucedan, ya que piensan que las cosas que no dependan estrictamente de uno, se les debe otorgar tiempo. Y es que estamos aferrados a querer controlar todo, absolutamente todo y la realidad es que nada realmente está bajo nuestro control, nada. Aunque nos cueste reconocerlo. Lo malo es que vivimos entre la preocupación...